Nos dimos cuenta de lo difícil que es para el pequeño comercio llegar a anunciarse en radio. Esa experiencia nos animó a lanzarnos a esta aventura que ahora os presentamos.
Como casi todos los nuevos proyectos comenzó con escasos recursos. Dos personas y una habitación de 2x2 en una antigua casa familiar fueron lo necesario para intentar hacer magia. Un único y admirable propósito como motor, democratizar la radio. Acercarla a pequeños negocios y autónomos como si de un acto heroico se tratase.
Con la incertidumbre de todo acto emprendedor, la mecha prendió y el reloj empezó a apretar sus segundos. El proyecto aceleraba sin posible retorno a la vista.
En diciembre de 2016 se puso en marcha El Club de la Radio y ese mismo día llegó el primer cliente. Y con él la primera incidencia...nada que no le suene a cualquier emprendedor de este país. Emprender es la elección de un camino, y la vida justamente está hecha de eso, de las decisiones que tomamos.
Hemos crecido durante estos años, y cuando creces los huesos duelen, pero gracias a ese camino hoy somos mejores y estamos más cerca de nuestra misión.
No es ni mejor ni peor, simplemente es nuestra historia...